domingo, 5 de abril de 2009
HAIKÚ
encapsula la vida
el universo.
Bate el ala
una coleóptera
crea la brisa.
En la ventana
su reflejo miraba
la calavera.
Subió en vapor
se condensó en frío
tu aguardiente.
martes, 3 de marzo de 2009
SOL-NO-SOL
Tú, ígnica argamasa,
de cual sideral veta blasfema
Llena de ira tu traza
invitas a la yema
al abandono de su sistema.
Vendaval piepunzante
de coleópteras marcador vivo
Al tizo, ¡oh su amante,
lacerador altivo!
Deslumbrador furioso, tú, divo.
Quietud de falsa creencia
desatino del dormido bufón:
no hay gas para tu ciencia
ni fuego para el tizón
¡transmite el candor de tu fundición!
Antorchas animadas
por el exilio salvaje del alma
Allá, lejos, clavadas
danzan en lustre calma
apiñadas en la circular palma.
jueves, 29 de enero de 2009
Escarbo la Hojarasca
A la memoria de mis abuelos paternos,
Óscar y Berta, a quienes apenas conocí...
Escarbo la hojarasca
hasta encontrar los huesos
de los padres antiguos:
afirman el silencio de la carne,
el olvido de sus hijos
y de los hijos de éstos.
La memoria de sus voces fue ahogada
por la mano del tiempo.
Sólo la tierra reseca y el agua germinal
recuerdan el cuerpo de sus voces.
Qué fue de la labranza
y del sudor de esa tierra:
la partida es el sello perpetuo,
clausurador de los trinos viscerales,
después de ella sólo el viento.
viernes, 23 de enero de 2009
Monte de Corderas
Subo hasta el monte de la lejanía
soleada alfombrilla de piedras dada:
este es el cobijo de las corderas
cobardes piños, mendicantes vivas,
de los astros durmïentes escribas
velludas pisaderas de las eras
donde han labrado la copa tramada
que recolecta humedad de la sequía.
miércoles, 21 de enero de 2009
Sin título (sugiera alguno...)
Diálogo aéreo de dos sepultureros,
gravitan, circundan, sobre inmundicia
usurpando fuerzas ajenas. Meros
so devoradores de su pericia.
viernes, 9 de enero de 2009
Decepción
El engranaje quedó liso
es sólo un disco metálico
ya no activa la máquina
del encanto autómata
jueves, 8 de enero de 2009
De cara a la arboleda
Ahí
erectas plumas del campo
cubiertas de polvo añejado
por el paso del viento
que sigue su paso
hacia momentos idos
Ahí
brazos frondosos alzados
clamando el auxilio del agua infiel
nutriente de otros brazos
dejándolos abandonados
Ahí
las venas verticales
muestran su verde sangre
danzante al ritmo invisible
de un hombre que avanza enajenado
despojándolas de sus recuerdos
amansándolas hacia un hábito indecible
sinuosas bailarinas despojadas
Dónde se arroja lo arrebatado
cuál es el lugar definitivo
de los inútiles brillos fugaces
que da esa sangre natural
La reverencia obligada
saluda a las luces del ocaso
a la penumbra que ya se respira
el aroma insípido de la calma
cínico