sábado, 16 de agosto de 2008

Danza inmanente

Entrelázate en el silencio de mis dedos
aprovechemos ahora
que las miradas se pierden
en un horizonte inexistente.

Alcánzame en la penumbra de mis brazos
inquiétame en este universo impávido
luchemos para doblegarlo
luchemos para sostenerle.

Dancemos con las miradas
con ese soslayo mudo ante los demás
nosotros lo sabemos descifrar.

Fíjate, el salón tiene una presencia muerta
y en la piel nosotros también participamos en ella
mas, bien sabemos de nuestra viveza.

En esta suspensión contemplo tus labios
distingo en potencia las circularidades
aquéllas que me envuelven en su canto.

El momento ya se acaba
la suspensión se suspende
volvamos a convertirnos en río
no me abandones en su corriente.

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